Dr. Daniel Ballesteros Sanz. Psicólogo en Alcobendas

Mi nombre es Daniel Ballesteros y, ya antes de ser psiquiatra, he sido una persona inquieta por el conocimiento, por saber acerca de todo. Recuerdo, siendo un renacuajo, aún no sabía contar los números mayores al diez y ya hacía sumas e imaginaba mentalmente el número que saldría, sin saber nombrarlo, lo buscaba ¿cómo se llama el uno y el cinco juntos? Me gusta leer lo que caiga en mis manos, o dónde me lleven las redes sociales. Sin embargo, tengo una debilidad, un centro de conocimiento en torno al que no me canso de girar: el cuerpo humano y, en especial, la mente, eso tan etéreo que forma el alma, el cerebro, el conocimiento, la sabiduría, la razón, la impulsividad, el amor…Creo que esto tuvo algo que ver con elegir la Medicina como modo de vida.

       Estudié e hice las prácticas de la carrera de Medicina entre Madrid, Granada y Jalisco, cada lugar me aportó una visión complementaria a las demás, siendo las diferentes culturas y sociedades un espejo en el que iba mirando mi constante cambio. Ya mis compañeros me veían como psiquiatra desde muy pronto pero yo no quise renunciar al resto de especialidades, especialmente la Medicina Interna y la Neurología, hasta que no quedó más remedio que centrarse, que elegir un camino de especialización.

    Me formé como psiquiatra en el Hospital 12 de Octubre de Madrid donde he podido trabajar con diversos compañeros, algunos amigos sin los que no me concibo como psiquiatra ni como persona; en peculiares y variopintos ambientes, desde Orcasitas a Melbourne, en todos ellos he podido aprender que no existe una única verdad, que los humanos estamos enormemente influidos por lo que nos rodea y que necesitamos un entorno seguro para poder integrar y elaborar las miles/millones de vivencias- situaciones y, por qué no decirlo, traumas- a las que nos vemos sometidos sin poder elegirlo.

      Por supuesto, una parte fundamental de mi formación y de mi carrera profesional son los pacientes, personas que en algún momento, estuvieron al otro lado de la mesa o en la silla de al lado, y a las que me acerqué con la intención de aliviar su sufrimiento. He tenido y sigo teniendo la oportunidad y la suerte de conocer a personas increíbles casi todos los días, de todos y cada uno me llevo algo, sin ellos, no sería quien hoy escribe.

    Entiendo la relación entre la persona que acude solicitando mi ayuda y yo (también mi centro, mi equipo, mi contexto) como la base y el cuerpo de la terapia. Como un eje fundamental para poder desarrollar un proceso de tratamiento de manera satisfactoria. Me he interesado, y me sigo acercando (si no estoy ya imbuido) a diversos enfoques teóricos psicoterapéuticos, principalmente a la terapia sistémica familiar y al psicoanálisis. Sin embargo, utilizo en determinadas ocasiones técnicas provenientes de la terapia dialéctico-conductual o de la terapia modular transformacional.

    He de decir que, si bien mi formación va más allá de la psicofarmacología, cuando es necesario propongo realizar un tratamiento combinado de fármacos y psicoterapia, siempre de acuerdo con las preferencias de la persona que me visita.

Mi elección por un espacio de trabajo donde poder desarrollar mi estilo terapéutico propio me ha llevado a destinos muy diversos. No sin esfuerzo, considero haber adquirido una vasta experiencia: he trabajado en dos hospitales de día psiquiátricos, en una comunidad terapéutica, en dos plantas de hospitalización breve, en dos consultas de centro de salud mental, tanto en el ámbito público y como en el privado. He trabajado con adolescentes, con adultos y con personas ancianas, desarrollando en mi actividad así terapias individuales, así familiares, así grupales.

    Gracias a mi versatilidad y a toda esta actividad profesional y formativa desarrollada, siento que puedo usarlo en beneficio de quien solicita mi acompañamiento profesional en casi todo tipo de trastornos psiquiátricos y de la personalidad.

    He afrontado motivado ante estos cambios de puesto, la búsqueda de un lugar seguro y cómodo- físico y mental- desde donde trabajar según mis valores, mi conocimiento científico y la ética profesional más rigurosa. Y creo haberlo encontrado, es por eso que me doy a conocer con esta página, esperando que os guste y os pueda servir.

  Os animo a escribirme, encontraremos de qué modo se puede uno dejar acompañar, aliviando así el sufrimiento humano.